Vender o alquilar: estrategias de inversión en locales para este año

La inversión en locales comerciales ha ganado terreno en los últimos años, siendo una opción atractiva para aquellos interesados en diversificar sus ahorros. Este tipo de activo inmobiliario ofrece una rentabilidad superior a la de las viviendas, lo que lo convierte en un bien codiciado por los inversionistas. Para lograr la rentabilidad esperada en la inversión en locales comerciales, es esencial realizar un análisis minucioso de diversos aspectos.  Entre ellos, la ubicación del local, su tamaño y su distribución juegan un papel fundamental.

Vender local comercial

Optar por la venta de un local comercial conlleva una serie de beneficios que el alquiler no proporciona, como la obtención inmediata de liquidez y la eliminación de preocupaciones relacionadas con el impago del arrendatario. Este último aspecto es crucial, especialmente considerando el creciente número de demandas de desalojo por falta de pago de alquiler, tanto en viviendas como en locales comerciales, en los últimos años.

Una vez concretada la venta del local mediante un contrato de compraventa, te liberas de cualquier responsabilidad asociada al inmueble. Sin duda, si necesitas fondos con urgencia, esta opción resulta la más conveniente.

Aunque el alquiler pueda generar ingresos a largo plazo, el proceso para alcanzar esa rentabilidad puede llevar varios años. Además, al vender el local, evitas los costes de mantenimiento, como las reparaciones, las tarifas de servicios públicos y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).

Sin embargo, al vender el local comercial, pierdes un activo que podría servir como respaldo en caso de necesitar financiamiento bancario en el futuro. Además, los gastos asociados con la venta de una propiedad son considerables, y las ganancias obtenidas deben ser declaradas, lo que significa que no recibirás la cuantía total de la venta.

Alquilar local comercial

Si te preguntas cómo alquilar un local seguro, puede representar una estrategia rentable. El arrendamiento te brinda flexibilidad, especialmente si aún no has decidido entre alquilar o vender. Inicialmente, podrías probar con el alquiler para obtener ingresos adicionales mensuales y evaluar la posibilidad de venderlo en el futuro. No obstante, es crucial considerar la duración del contrato de arrendamiento, ya que esta se establece de común acuerdo entre el arrendador y el arrendatario.

Una de las principales ventajas de optar por el alquiler es que conservas la propiedad del local. Evitas los gastos asociados con la venta de un inmueble y generas ingresos de manera continua, siempre y cuando el inquilino cumpla con el pago del alquiler según lo acordado en el contrato.

Sin embargo, el alquiler también conlleva ciertos inconvenientes que debes tener en cuenta. Entre ellos, destacan los posibles conflictos vecinales que puedan surgir con el inquilino. Si el inquilino realiza actividades prohibidas según los estatutos de la comunidad de propietarios, recaerá sobre ti la responsabilidad de resolver dichos conflictos.

Encontrar un inquilino adecuado puede resultar desafiante. Idealmente, buscas alguien que pague puntualmente y mantenga el local en buenas condiciones, limitando el contacto solo a asuntos necesarios.

Tanto la venta como el alquiler de un local comercial tienen sus propias ventajas y desventajas. Si optas por vender, asegúrate de tener toda la documentación necesaria, como la nota simple del Registro de la Propiedad, los planos del local y los estatutos de la comunidad de propietarios, para facilitar el proceso de compraventa.

En caso de que decidas alquilar mientras consideras tus opciones, ¿qué sucede si decides vender el inmueble antes de que finalice el contrato de arrendamiento? Si el comprador está interesado en mantener el alquiler como inversión, puedes vender el inmueble con la condición de que se respete el contrato de arrendamiento vigente.