Descubre el potencial de invertir en locales comerciales

Invertir en locales comerciales se ha convertido en una de las opciones más lucrativas en el ámbito inmobiliario actual. Con una rentabilidad del 9.6%, supera a la de las viviendas, que se sitúa en el 7.7%. Una de las características más atractivas de esta inversión es la obtención de ingresos regulares a través del alquiler del espacio.

Los locales comerciales, al igual que otros bienes inmuebles, son activos tangibles, físicos y palpables. A menudo, su comportamiento en el mercado difiere de los activos financieros. Por ello, combinarlos en una cartera de inversión puede ser una estrategia efectiva para diversificar y mitigar riesgos.

La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) permite establecer contratos de alquiler más flexibles y prolongados para locales comerciales en Barcelona o Madrid en comparación con las viviendas. Esta flexibilidad brinda a los inversores la capacidad de adaptarse a las condiciones del mercado y aprovechar oportunidades durante periodos alcistas.

Invertir en locales comerciales: consejos clave

Los locales comerciales son muy apreciados como inversiones inmobiliarias en la actualidad. Dependiendo de la ubicación y otros factores, es posible encontrar excelentes espacios a precios por debajo del mercado. Al adquirir un local, realizar reformas o transformaciones puede resultar en una significativa revalorización al momento de la reventa.

Al considerar la compra, es crucial evaluar el propósito del local. La función que se le asigne, ya sea para un salón de belleza o un restaurante, determinará la distribución y, en última instancia, el éxito del negocio. La inversión en reformas y adecuación del espacio es esencial para aumentar su valor. Se debe calcular si dicha inversión es viable solicitando presupuestos de empresas de reformas.

Por otro lado, la ubicación del local es un factor clave. Se debe analizar el acceso a través de diferentes medios de transporte y la competencia en la zona. Es recomendable buscar un área con poca competencia o especializada en un sector específico. Asimismo, es imprescindible conocer la normativa aplicable, tanto municipal como de la comunidad de propietarios, para evitar sorpresas desagradables relacionadas con la actividad a desarrollar.

Las características físicas del local, como el tamaño y la distribución, también son importantes. Una vez adquirido y reformado, el siguiente paso es ponerlo en alquiler, con la duración del contrato y el precio negociados según la LAU y el mercado local.

Cómo alquilar un local comercial

Aunque los locales comerciales están sujetos a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), su aplicación es más flexible que en el caso de las viviendas. La fianza, equivalente a dos mensualidades de renta, puede ser actualizada después de cinco o siete años de alquiler. Además de la fianza, las partes pueden acordar garantías adicionales.

El contrato de arrendamiento debe incluir ciertas cláusulas. En primer lugar, es esencial identificar a ambas partes: el propietario del local y el futuro inquilino. También se debe detallar la información básica del inmueble, como dirección, referencia catastral, y metros cuadrados.

La renta mensual y su forma de pago deben ser especificadas en el contrato, al igual que la duración del arrendamiento, que debe ser acordada mutuamente. Dado que se trata de un alquiler comercial, es crucial establecer la actividad principal del local en el contrato.

Para evitar conflictos futuros, se debe determinar quién será responsable de pagar los impuestos y tasas asociadas al local, así como quién se encargará de las reparaciones. Generalmente, el propietario cubre las reparaciones, a menos que sean causadas por el inquilino.

Por último, se debe incluir una cláusula de rescisión que especifique las condiciones bajo las cuales el contrato puede ser rescindido. Antes de firmar, es fundamental revisar todas las cláusulas para evitar posibles conflictos en el futuro con el inquilino.