Maximiza beneficios: invierte en locales para alquilar
En los últimos años, la inversión en locales comerciales ha destacado como una opción atractiva debido a su rentabilidad bruta, que puede alcanzar entre el 4% y el 13%. Esta rentabilidad se ve respaldada por contratos de alquiler más largos y flexibles, lo que proporciona estabilidad y una visión a largo plazo para los inversores, disminuyendo la incertidumbre en los flujos de ingresos.
La inclusión de activos tangibles como locales comerciales en la cartera de inversión ofrece la oportunidad de diversificar y reducir el riesgo global. Al combinar activos financieros e inmuebles, se logra una mayor estabilidad y se minimizan los posibles riesgos asociados a un único tipo de inversión.
Por último, al alquilar un local comercial durante un periodo determinado, se abre la posibilidad de venderlo posteriormente a un precio atractivo. Sin embargo, es esencial considerar los gastos asociados con la operación, especialmente si intervienen intermediarios, para evaluar adecuadamente la rentabilidad final de la inversión.
Consejos para invertir en un local comercial
La ubicación es un factor crucial en el proceso de decisión de compra de un local comercial. Es esencial que esté situado en una zona de fácil acceso y con buena disponibilidad de estacionamiento, además de estar bien comunicado con el transporte público. La rentabilidad máxima se obtiene cuando el local se encuentra en una zona con alta actividad comercial.
Antes de tomar una decisión, es importante realizar un estudio exhaustivo de la zona para identificar qué tipo de negocio hace falta en el área donde se encuentra el local. Esto facilitará la tarea de ofrecer el local a futuros inquilinos. Además, es necesario consultar la normativa municipal y los estatutos de la comunidad de vecinos para verificar si hay restricciones sobre ciertas actividades comerciales.
Es fundamental realizar un estudio detallado del local, considerando aspectos como la orientación, los metros útiles, las instalaciones y su estado general. Para que el inmueble sea atractivo para la compra o el alquiler, se recomienda que tenga al menos 250 metros cuadrados. También es importante evaluar si se necesitan realizar reformas y calcular su impacto en la rentabilidad.
En cuanto a la rentabilidad, se pueden considerar tres tipos: bruta, neta y ajustada a riesgo, cada una teniendo en cuenta diferentes aspectos financieros y periodos de vacancia del local.
Reforma
Una vez adquirido el local, una estrategia común para aumentar su valor es realizar reformas. Mejorar el aislamiento y la eficiencia energética puede aumentar su valor entre un 10% y un 20%. Es esencial contratar una empresa de reformas confiable y cumplir con la normativa municipal, especialmente en lo que respecta a ventilación y salidas de humos, en caso de establecimientos de hostelería.
Para garantizar la eficiencia y rapidez de la obra, es recomendable contratar una empresa de reformas que cuente con todos los gremios necesarios. Esto facilitará la coordinación entre los trabajadores y agilizará el proceso.
Es imprescindible establecer un presupuesto detallado desde el principio y dejar un margen para posibles imprevistos. Cualquier desviación del presupuesto debe ser planificada y autorizada por el propietario del local.
El tipo de negocio que se pretende establecer en el local determinará la naturaleza de la reforma. Por ejemplo, si se planea abrir un bar, se deben considerar las salidas de humo obligatorias por ley.
Gestionar los permisos y licencias es crucial para evitar sanciones. Obtener la licencia de obras implica una inspección del local por parte de un técnico municipal y la presentación de un plan detallado de las remodelaciones. Una vez completada la reforma, se puede recurrir a una agencia inmobiliaria para gestionar la venta o el alquiler del local.
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