"Locales comerciales: Una inversión rentable y segura"
La inversión en locales comerciales está en auge. En los últimos años, este tipo de inmuebles se ha convertido en una gran alternativa para quienes buscan diversificar sus ahorros, ya que ofrecen una rentabilidad superior a la de las viviendas. El beneficio obtenido de los locales comerciales procede de dos fuentes distintas: el alquiler y la venta. Resulta de especial interés conocer cuáles son las razones por las que los locales comerciales son una inversión rentable y segura en la que cada vez más personas están interesadas.
En estos momentos, la rentabilidad que ofrecen los locales comerciales está muy por encima de la alcanzada por las viviendas. Según un informe publicado por ‘Idealista’ sobre los datos de 2022, la rentabilidad de los diferentes inmuebles es la siguiente: oficinas (12,9%), locales (9,6%), viviendas (7,2%) y garajes (7,1%). Por supuesto, para obtener la rentabilidad deseada, es indispensable hacer una buena inversión, valorando aspectos como la ubicación, la superficie útil y la distribución del local comercial.
Otra de las ventajas que ofrece es que los contratos de arrendamiento pueden ser más largos. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que la duración del contrato de alquiler de una vivienda es de cinco años para personas físicas y de siete años para personas jurídicas. Sin embargo, en el caso de los locales comerciales, la duración es libremente pactada por las partes. Es decir, los propietarios pueden alquilarlos por el tiempo que quieran.
Tener un local comercial alquilado permite obtener unos ingresos regulares para ir amortizando la inversión inicial. Una vez que la inversión inicial se amortiza por completo, las rentas mensuales suponen un rendimiento extra. Dada la mayor flexibilidad de la LAU en lo que respecta a los contratos de arrendamiento de locales comerciales, el inversor siempre tiene la posibilidad de vender el inmueble y obtener liquidez a corto plazo.
Impuestos por al alquiler de un local
Los inversores que quieran alquilar un local de su propiedad a un autónomo o empresa para que desarrolle en él una actividad económica, deben cumplir una serie de obligaciones tributarias. Como se trata de la prestación de un servicio, el arrendamiento de locales comerciales está sujeto a IVA. Además, como el pagador es un autónomo o empresa, hay que declarar trimestralmente la retención en el IRPF.
Como los trasteros o garajes no son considerados vivienda, aunque el inquilino no realice una actividad económica en el local, es obligatorio facturar el alquiler con IVA y declararlo trimestralmente ante la Agencia Tributaria. Para ello, el propietario debe darse de alta en el Censo de Empresarios y Profesionales como arrendador de locales de negocio, presentando el modelo 037. En concreto, tiene que seleccionar el epígrafe 861.2, ‘Alquiler de locales industriales y otros alquileres n.c.o.p.’.
Además de declarar el IVA, la normativa en vigor obliga a retener el IRPF sobre la cuantía del alquiler e ingresarlo trimestralmente. Al igual que en el caso del IVA, la retención se practica sobre la cantidad total, incluyendo todos los gastos que se repercutan al arrendatario.
En la declaración anual del IRPF se deben incluir los ingresos y gastos del alquiler. La Ley del IRPF considera el arrendamiento de inmuebles una actividad económica sólo cuando para ello se cuenta con, al menos, una persona empleada con contrato laboral y a jornada completa.
En caso contrario, si el alquiler no se realiza como actividad económica, los ingresos se declaran como rendimientos de capital inmobiliario. También deben incluirse en la declaración del IRPF todos los gastos ocasionados por el alquiler, como la tasa de basuras, el IBI o los gastos de comunidad.
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