Oportunidades de inversión inmobiliaria: Cómo los locales comerciales pueden ser una fuente estable
Cuando alguien inicia o expande un negocio, elegir un buen local es esencial ya que es un factor decisivo a la hora de que este funcione. Por este motivo, como inversor puedes invertir en locales comerciales para ponerlos en alquiler y obtener una fuente estable de ingresos.
Por lo general, los emprendedores prefieren alquilar un local en lugar de comprarlo para poner en marcha su negocio, así que este tipo de inmuebles son una gran oportunidad para ti como inversor. Las razones por las que prefieren el alquiler a la compra son muchas: pueden cambiar su localización de forma sencilla, la inversión inicial es mucho más reducida, etc.
Invertir en locales comerciales
Para realizar una buena inversión en locales comerciales, uno de los principales factores que debes tener en cuenta es la ubicación. El inmueble tiene que estar situado en una zona de fácil acceso, con zona de aparcamiento y que también esté bien comunicado con transporte público. Para obtener la máxima rentabilidad, busca un local que esté situado en una zona con mucha actividad comercial.
Realiza un estudio de la zona para saber qué tipo de negocio falta donde se encuentra el local comercial en el que quieres invertir. De esta manera, te resultará mucho más sencillo ofrecérselo a los futuros inquilinos. Como propietario, debes consultar la normativa municipal y los estatutos de la comunidad de vecinos por si hubiera alguna actividad prohibida en el inmueble. La gestión de los permisos y licencias también es muy importante para evitar posibles sanciones por parte de la Administración.
Contrato de alquiler de un local comercial
A la hora de formalizar el contrato de arrendamiento con el inquilino y que sea 100% legal, debes asegurarte como propietario y arrendador que incluya las siguientes cláusulas:
● Datos: es fundamental que el contrato refleje todos los datos identificativos del propietario y el inquilino, como por ejemplo nombre y apellidos, NIF, número de teléfono, etc.
● Local: en el documento también debe aparecer la información básica del inmueble para identificarlo como es debido. Dirección, referencia catastral, metros cuadrados de superficie, año de construcción, etc.
● Renta mensual: uno de los datos más relevantes a incluir en el contrato de arrendamiento es la renta mensual que debe pagar el inquilino. Además, hay que indicar el método y plazo de pago.
● Duración: a diferencia de lo que ocurre con el alquiler de viviendas, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que la duración del contrato de locales comerciales debe pactarse libremente entre propietario e inquilino.
● Fianza: para el alquiler de inmuebles no residenciales, la LAU determina que el arrendatario tiene que depositar dos meses de fianza.
● Actividad: el contrato también tiene que especificar cuál es la actividad principal del local comercial.
● Tasas e impuestos: una de las cláusulas más relevantes es la que indica quién paga las tasas e impuestos relacionados con el inmueble, como el IBI, el impuesto de basuras o las facturas de los suministros.
● Reparaciones: el documento debe aclarar quién es la persona encargada de gestionar todas las reparaciones que requiera el local, como problemas de goteras o posibles roturas de mobiliario.
● Rescisión de contrato: existe la posibilidad de fijar en qué ocasiones el acreedor puede rescindir el contrato de alquiler, por ejemplo por actividades molestas por parte del inquilino.
Y, por último, recuerda que hay una serie de documentos que necesitas para alquilar el inmueble: Certificado de Eficiencia Energética (CEE), licencia de uso del local comercial, recibos de suministros, último recibo del IBI, nota simple del Registro de la Propiedad y depósito de fianza.
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